
Además, estoy seguro que la gran mayoría de las personas duerme menos de lo recomendado (es mi caso y el de muchos más), por lo que está científicamente probado que se interrumpe una de las partes más importantes del sueño completo. Se ve que durante las ocho horas naturales de sueño de un humano, tenemos alrededor de seis o siete sueños. Durmiendo tan sólo unas horas (alrededor de cinco, por ejemplo) estaríamos interrumpiendo una de las partes más importantes del sueño, en la que el mismo es más profundo, haciendo que despertarse para afrontar un nuevo día, sea una tarea nada fácil. Trabajar y estudiar al mismo tiempo tampoco es fácil, aunque tampoco imposible, es todo un reto para mí y espero ser capaz de conseguirlo...
Afrontar, no sólo el día, sino la rutina diaria y más aún, combinar estudios con trabajo, familia con amigos, aficiones con obligaciones, no es nada fácil, por mucho que yo pensara lo contrario antes. El aburrimiento puede hacer de las suyas si falta alguno de los factores mencionados anteriormente, en cambio, teniéndolos todos, es más sencillo y habitual sentirse como el hombre de la imagen, con un peso horrible y enorme que tiene nombre propio: TIEMPO. Cargar con el tiempo a cuestas es la tarea habitual de muchas personas como yo, somos los enemigos del tiempo, intentamos vencerle a cada segundo, al igual que el tiempo es nuestro gran enemigo, siempre pendientes de él, sin quitarle el ojo de encima para que no nos coma y podamos, en todo caso, comérnoslo nosotros a él.
Muchas son las obligaciones y deberes con las que debemos cumplir en nuestra rutina diaria, por ello, intentemos vencer la batalla contra el tiempo, pensemos que el tiempo no es rígido, como interpretaba el sabio Dalí en sus cuadros con relojes, el tiempo se funde, se derrite, podemos vencerle...

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