"Madrid, eres grande". Eso mismo pensé sentado en mi asiento de la puerta E71 en Barajas, mientras me ponía de los nervios ya que el avión se retrasaba... Volvía a Palma de Mallorca con una buena sensación, después de cuatro visitas a Madrid, por fin había visto Madrid con tranquilidad y a mi manera, lástima que las otras visitas fueran tan rápidas, esta vez tuve cuatro días enteros para relajarme y disfrutar de la ciudad.
Llegué bastante temprano, tanto que la recepcionista del hotel (muy simpática, por cierto) me dijo que lamentándolo mucho no podían guardar maletas hasta la hora de entrada a la habitación. Me quedé pasmado ya que por fin había llegado al hotel después de media hora de metro desde el centro, cargando con la maleta (que era pequeña, pero pesaba) y ahora estaba en un barrio del este de Madrid donde no había mucho que hacer...
Con lo cual decidí irme a Chamartín, una estación de tamaño considerable (gigante) ya que al menos allí hay un centro comercial y muchas tiendas, podría desayunar algo pesado para aguantar todo el día. Así lo hice, cuando acabé de comerme aquel bocadillo volví al hotel, ya había pasado una hora y pico así que durante el trayecto de vuelta al hotel atravesaría la frontera de las doce, que era cuando podía entrar a la habitación. La chica me entregó la tarjeta, me hizo una pequeña encuesta y listo, subí. La habitación era muy bonita, estaba bien distribuída y todo estaba limpio, además tenía una televisión de plasma y vistas a cierta parte de Madrid.
Visité bastantes cosas en un solo día, así que en el plano general, visité prácticamente todo lo típico y más conocido de Madrid, aunque siempre faltan cosas, claro está. Por ejemplo no fui a San Lorenzo del Escorial (que tenía pensado ir) ni al Palacio de Aranjuez, ni a algunos sitios de las afueras de Madrid a los que me habría gustado ir, pero quiero guardar cosas para la próxima vez. Sí que visité por dentro el Palacio Real y el Museo del Prado. El Palacio Real me pareció increíble, es inmenso (leí que tiene unas 2000 habitaciones) y además precioso, tanto por fuera como por dentro.





Y luego claro, Plaza de Castilla, otro de los símbolos de Madrid...


Y Gran Vía, impresionante a cualquier hora, llena de gente a cualquier hora, atascos a cualquier hora, simplemente genial...
Quién sabe si acabaré estudiando en Madrid...